La Inteligencia Social es un factor muy importante en los negocios, en las  relaciones interpersonales, si queremos tener éxito como empresarios. En los negocios,  la inteligencia social se refiere a la capacidad de las empresas para recoger, analizar y procesar la información disponible con el objetivo de aumentar su competitividad y la calidad del servicio al cliente. La cortesía empresarial en este proceso es fundamental, los detalles diferenciadores marcaran un saber hacer. Por ello seguimos con este post tratando de cómo saber sorprender de forma inteligente en el ámbito profesional.

Hemos de partir de la base que son nuestras habilidades y destrezas, más mucha Inteligencia Social lo que nos va a permitir saber gestionar nuestras atenciones sociales desde un desempeño coherente, creativo y justificado. Desde el sentido común, si queremos obsequiar a directivos mayores en su edad o incluso que sepamos que estén un poco enfermas, saber que hay algunos  productos comestibles que no pueden tomar, suele pasar. Si sabemos que la persona es supersticiosa, evitar ciertos objetos, como tijeras, abrecartas, cuchillos. Para ellos, pueden denotar otros contenidos, esto ocurre, es sentido común y ¡¡mucha observación!!

Si nuestro presupuesto es limitado, podemos pensar en un regalo colectivo o ajustarnos a lo que podemos gastar. Recuerdo que en una ocasión esto me pasó, y pensé que podría sorprender a esta persona con una pequeña merienda junto al mar, y justo el atardecer nos acompañó, fue realmente brillante y muy económico.

Cuando no sepamos el gusto del otro, preguntemos, informémonos, averigüemos cómo podemos crear esa sonrisa con el detalle. Adjuntar una tarjeta personal si se debe enviar el regalo y asegurémonos que el destinatario lo recibe. Éste lo agradecerá por teléfono o un e- mail podría ser correcto, incluso enviar otra nota, entregada en sus manos. 

Siempre hemos de pensar que este obsequio puede gustarle al otro. En obsequios hechos a extranjeros averiguar bien si puede ser del gusto, contar con que existen otras costumbres y formas.

En caso de recibir el regalo, y no nos guste seamos prudentes, no hacer saber que no nos ha gustado, se ha hecho con la mejor intención. Muchas veces las prisas y el ritmo de trabajo, no te permiten mucha opción que obsequiar con artículos que sabes que siempre quedarás bien, como es un buen vino, chocolates o flores y plantas.  Atención con agasajos muy personales, evitarlos si no se conoce bien a la persona. Por ejemplo vestuario, ropa interior, joyas y bisutería, perfumes y colonias, son ¡¡muy personales!!

La presentación debe ser tenida en cuenta, como decíamos el principio, el color y la imaginación es poca siempre ante un regalo a alguien muy cercano. Si no es así, seamos mejor cuidados con los tonos, pecar mejor de tonos serios, discretos, quedaremos mejor.

Los regales empresariales tienen el matiz en el que el tener tacto y discreción son dos elementos que hemos de tener muy en cuenta, pensemos en el gusto de la persona, no el cliente que es.

Tengamos tacto si el personal de la empresa, secretarías muchas ocasiones ha sido generosas con las horas de más realizadas, mostrar con un detalle de agradecimiento.

Puede que los gustos de la persona a la que obsequia sean de:

• paladar educado
• amante de la jardinería
• devorador de libros
• apasionado por la moda
• cinéfilo y melómano
• arte y antigüedades
• arte y pintura
• interés en ciencias astrales
• aventurero y viajes
• amante de los animales

Podemos ser muy ingeniosos y creativos en obsequiar, seamos capaces de crear ilusión en el otro. Importante contar que en épocas de crisis, la economía se resiente, pues usemos la capacidad de sorpresa desde los medios y esa capacidad de no tener que gastar, tan sólo de ajustarse al momento con asertividad.

Pensemos que nuestra capacidad para potenciar y generar mejores relaciones sociales empresariales tienen que ver con como desarrollamos la Inteligencia Social y nos van ayudar a posicionarnos un poco mejor y más en el mercado laboral por la etiqueta en los negocios, un gran valor a desarrollar si somos conscientes de que lo necesitamos.  No es complicado, ¡¡es querer hacerlo!!